Google, esa palabra que hoy en día estamos acostumbrados a oír por todos lados, omnipresente y omnipotente en el mundo entero. Habrás oído varias maneras de referirse y pronunciar al buscador número 1 del mundo: San Google, Gúgel o Go-o-gle son algunas de las más escuchadas. Esta palabra está tan metida en nuestras mentes que puede que ni nos hayamos parado a preguntar sobre su significado y su origen, pero lo cierto es que tiene más historia y antigüedad de la que pueda parecer.

¿Qué significa Google? ¿De dónde viene el nombre? 

Como en la gran mayoría de marcas, el naming no es una cuestión que surja de la nada, muchos nombres tienen su explicación ya sea por asociación, referencia o composición y forman parte de un proceso creativo y de estudio. Google no iba a ser menos.

Larry Page y Sergey Brin, las mentes pensantes que idearon el buscador, decidieron inicialmente utilizar el nombre de Backrub haciendo referencia a los enlaces que se podían ofrecer. Finalmente cambiaron el nombre por Google antes de registrar y lanzar la compañía en 1998.

Como buscador, se requería de un nombre potente y que transmitiera la mayor cantidad de resultados posibles. Tras descartar Backrup, escogieron gúgol (googol en inglés) el número matemático que representa 10 elevado a 100 (un uno seguido de cien ceros). La propia palabra ya mostraba la cantidad de resultados que podría ofrecer el buscador, el origen tiene una historia muy curiosa que veremos más abajo.

La pronunciación de Google en inglés es goo·gl, que guarda relación directa con gúgol (googol), el problema surgió cuando los fundadores se equivocaron al escribir el nombre del número y registraron en lugar de Googol: Google.

‘Ok, Google, ¿qué es un gúgol?’

Un gúgol (googol) es diez elevado a cien o lo que es lo mismo, un uno seguido de cien ceros. El origen de la palabra viene del matemático Edward Kasner, que buscaba expresar el tamaño del universo con un número que se acercara al infinito en 1938.

Un día, paseando con su sobrino de 9 años Milton Sirotta, le preguntó qué nombre le pondría a un número muy muy grande, y este le respondió «Googol». Un par de años después, Edward hizo referencia en un libro al término por primera vez. El matemático también generó el gúgolplex (googolplex), variante inicial, que representa un uno seguido por un gúgol de ceros).

El segundo término también ha sido utilizado por la propia compañía para nombrar sus oficinas centrales en California: Googleplex

Isaac Asimov, llegó a afirmar que tendríamos que padecer eternamente un número inventado por un niño, debido a la repercusión e importancia de término creado por aquel niño de 9 años.

Os dejo una representación muy gráfica de un gúgol a través de una máquina con 100 engranajes reductores. Cuando la última rueda haya dado un giro, la primera habrá girado un gúgol de veces.